COP27: NADIE ES LIBRE HASTA QUE TODAS Y TODAS SEAN LIBRES

Declaración de Solidaridad de la Campaña Global para Exigir Justicia Climática

Este noviembre, la cumbre climática anual de las Naciones Unidas (COP27) tendrá lugar en la ciudad de Sharm El Sheikh, en el sur del Sinaí, Egipto. Como red global de activistas por la justicia climática y social, la Campaña Global para Exigir Justicia Climática (DCJ) solidariza con la sociedad civil egipcia, con las comunidades afectadas y los presos de conciencia, no sólo en Egipto, sino en todas partes.

La celebración de una COP genera preocupación en torno al lavado verde del régimen en el poder, y no podemos ignorar la crisis de derechos humanos en curso y profundamente arraigada, el complejo contexto sociopolítico, económico y ambiental del anfitrión de la COP. Pero también ofrece la oportunidad de poner el foco en el país y ejercer presión internacional sobre las injusticias perpetradas por quienes están en el poder. A medida que todos los ojos se vuelven hacia Egipto, las campañas de Libertad para Alaa y otros presos políticos, así como para que se abra un espacio cívico en Egipto, cobran impulso. Alaa Abdelfattah, escritor británico-egipcio y defensor de los derechos humanos ha decidido que a partir del 1 de noviembre escalará su huelga de hambre (que inició el 2 de abril de 2022) a huelga de hambre total y a partir del 6 de noviembre con el inicio de la COP27 iniciará una huelga de agua. Si Alaa no es liberado, morirá antes de que finalice la COP27. La solidaridad internacional es fundamental para la justicia climática tal como la entendemos, ya que no hay libertad hasta que todos sean libres. Reafirmamos nuestra creencia más profunda de que no puede haber justicia climática sin justicia social, justicia económica, justicia de género, justicia racial y más.

Desde 2013, el espacio cívico en Egipto ha sido criminalizado. Las autoridades continúan atacando violentamente a activistas, investigadores, periodistas, mujeres y comunidades LGBTQI+, incluso mediante detenciones arbitrarias en condiciones inhumanas. Bajo el gobierno actual, miles continúan detenidos arbitrariamente sin base legal, luego de procesos manifiestamente injustos, o únicamente por ejercer pacíficamente sus derechos humanos. Reafirmamos nuestra solidaridad con todos los detenidos arbitrariamente en Egipto y en todo el mundo, y condenamos la represión, la opresión, las desapariciones y los asesinatos de defensores ambientales y de derechos humanos en todas partes. En la última década, aproximadamente 1733 defensores ambientales en todo el mundo han sido asesinados. Cada vida perdida en la lucha por la justicia climática es una que lamentamos y nos comprometemos a honrar, para continuar resistiendo los sistemas de opresión neoliberal, colonial, capitalista, racista y patriarcal.

Al volvernos hacia Egipto, también nos solidarizamos con las comunidades de Egipto y de toda África que están en la primera línea de los impactos climáticos y que sabemos que serán excluidas del espacio de la COP. Reconocemos la importancia de elevar las voces que se mantienen fuera del centro de conferencias, especialmente las de las comunidades del Sinaí que sufren en la encrucijada de los impactos ambientales, el terrorismo y la represión violenta. En el norte del Sinaí, los impactos ambientales amenazan los ecosistemas terrestres y marinos, desde el aumento de las temperaturas hasta la degradación de los arrecifes de coral y las tierras agrícolas, mientras que al mismo tiempo las comunidades locales están siendo desplazadas y sufren una represión violenta bajo la guerra fingida contra el terrorismo.

Sin embargo, estas comunidades están siendo excluidas de la COP27. Condenamos firmemente la exclusión del Sinaí y otras comunidades egipcias de la COP27, así como de muchas otras comunidades afectadas virtualmente excluidas de los espacios de la COP cada año debido a barreras financieras, burocráticas y fronterizas. La COP está preparando el escenario para legitimar la expansión de la industria de los combustibles fósiles junto con los gobiernos de los países desarrollados y los grandes contaminadores corporativos para obtener grandes ganancias cabalgando sobre los hombros de las comunidades más afecadas. La COP27, como otras COP anteriores, está consolidando una agenda a favor de los grandes contaminadores, y dará un paso más para consolidar las inequidades estructurales y acelerar las múltiples crisis globales. En este contexto, reafirmamos que no puede haber negociaciones climáticas significativas sin una participación significativa del Sur Global, de las comunidades más afectadas y de los movimientos de justicia global.

Al mismo tiempo que la COP27 se llevará a cabo en Egipto y será el escenario de la reunión de líderes y negociadores mundiales, no son sólo las comunidades en el Sinaí las que continúan sufriendo la creciente violencia de los impactos climáticos, sino también las personas en todas partes, con los más marginados -personas de color, pueblos indígenas, comunidades en el Sur Global, comunidades de primera línea, mujeres y niños- como los primeros y más afectados. Nos solidarizamos con las comunidades afectadas en todas partes y reiteramos nuestras demandas de acción urgente y drástica para abordar con justicia la crisis climática.

Queremos dejar en claro que ningún anfitrión de la COP puede usar esta reunión para encubrir u ocultar sus fracasos, desigualdades e injusticias internas. Ya sea que asistamos o no a la COP27 en Egipto, continuamos expresando nuestras demandas de justicia climática y justicia social, y expresamos nuestra solidaridad con aquellos afectados por los sistemas de opresión, desde los pasillos de la COP hasta nuestros hogares y nuestras calles. Frente a los sistemas represivos y opresores que pretenden dividirnos y quebrarnos, estamos más unidos y decididos que nunca.

La Campaña Global para Exigir Justicia Climática reafirma enérgicamente su solidaridad con la sociedad civil egipcia y los presos de conciencia y, respondiendo al llamado de la sociedad civil egipcia, exige la liberación inmediata de las personas detenidas arbitrariamente por ejercer sus derechos a la libertad de asociación, reunión y expresión, y la apertura del espacio cívico en Egipto.